Cuando estudiamos la política de Platón, nos choca ver cómo considera la democracia como un sistema degenerado. Normalmente pensamos que la democracia es un buen modo de organización política, incluso, el mejor posible, pero en realidad, manejamos una definición del concepto que no se corresponde con la realidad.También tenemos cierta reticencia a aceptar la manera en que Platón otorga a cada miembro de la sociedad una función según aquello para lo que realmente es apto. Lo juzgamos como demasiado frío, un filósofo que no tiene en cuenta las aspiraciones o deseos de las personas, y sólo se fija en sus habilidades innatas. Sin embargo, ¿no estaría mejor nuestra sociedad gobernada por aquellos que no desean el poder, sino que sólo lo detentan por su capacidad para saber qué es realmente justo? ¿No estaríamos mejor si las decisiones que afectan a la comunidad las tomaran personas preocupadas por actuar de manera adecuada y comprometidos con la sociedad para guiarla en esa dirección?
Plantéatelo mientras ves lo que nos rodea... Compara y decide. Y escribe.
Sinceramente Susana, yo creo que nunca se podría llegar a una democracia total, ejemplo claro el de hoy en día: gobiernan los poderosos y precisamente se ha demostrado que hacen con nosotros lo que quieren... ¿Que se llegaría a una democracia justa teniendo en cuenta las ideas de Platón? Sí, pero ¿algún día se logrará? Sinceramente no lo creo, al menos mientras la mayoría de la sociedad se deje manipular.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con el texto que has puesto Susana. Si nuestro país estuviese gobernado por personas que sólo les interesase llevar al país por un camino correcto y justo dirigido a lo mejor para los ciudadanos, España sería de lo mejor. Sin embargo sabemos que lo que plantea Platón, almenos desde mi punto de vista, es algo prácticamente imposible, ya que hoy en día las personas siempre tienen algún tipo de interés personal, y por lo tanto algunos (por no decir la mayoría) de sus actos o acciones estarán influenciadas por sus propios intereses.
ResponderEliminarEstoy convencida de que hay muchos aspectos de la política platónica que son discutibles, pero si hay algo que comparto es el valor que le da a la educación. Sólo a través de ella tendremos una sociedad mejor, no perfecta, pero mejor. Cuando formemos a ciudadanos responsables, respetuosos, solidarios, críticos... Esos valores se aprenden, y cuando estén interiorizados se dejará de aceptar lo inadmisible, como hacemos ahora...
ResponderEliminarSusana
Susana,sinceramente hay una parte en la que estoy de acuerdo con la teoría platónica,pero otra que me parece inaceptable.Es cierto que en estos momentos de crisis política,de decepción,de indignación social.Nuestro sistema político no es el más apto.No es ninguna novedad,estamos cansados de que en una situación en la que nuestro futuro está en juego,en la que somos 5 los millones de parados y en la que entre otras cosas,cada vez son más las personas que pierden sus hogares, los políticos se llenan los bolsillos,como este bipartidismo axfisiante no nos deja ver mas allá,no nos deja ver la realidad, es inaceptable ver como PP y PSOE discuten por lo que hace uno y lo que ha hecho el otro,como no son capaces de dejar sus diferencias a un lado y solucionar lo realmente importante.Quizás lo mejor sería un estado en el que el gobernante fuese aquel realmente apto que no persiguiera beneficios individuales y que su fin no sea más que el correcto funcionamiento de la comunidad.Pero,¿estaríamos dispuestos a esto? ¿a que a los niños se les separe de sus padres? ¿a que el fin único de todo sea funcionar correctamente? al fin y al cabo como máquuinas robotizadas...¿no es bastante la robotización que estamos sufriendo en este maravilloso s.XII, en el que se nos incita a funcionar de una determinada manera desde los medios de comunicación y las instituciones?.Comparto la idea aristotélica de que el fin único de la vida debe ser la felicidad.Sinceramente creo que la organización platónica no está mal,pero tampoco está bien.En mi opinión la solución no sería arriesgar nuestra felicidad para conseguir el funcionamiento de la comunidad,la solución es encontrar a verdaderos gobernantes que nos representen,y esos representantes desgraciadamente no se encuentran en los partidos tradicionalistas si no en las minorías,seguramente si diésemos una oportunidad a otros partidos las cosas cambiarían, o no, la confianza en el cambio depende de nosotros.
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